sábado, 14 de mayo de 2005

Planear sobre el viento...


Y escuchar el silencio, sopesar las palabras no dichas, muertas en tu pensamiento, acudir como la mariposa a la luz de tus sueños aparcados entre caricias olvidadas que aún siento.

Crecer es vivir sin consuelo el onírico plano de un dios cruento que ha inventado los raíles de este guión inacabado llamado vida, avanzando a destiempo, sin pausa, es cierto. Así se forjan los grandes acontecimientos, al pairo del tiempo, hilvanando los hechos que empujan, la sal en el viento, el otoño, el invierno.


Mi paisaje creado, mi rincón olvidado, la noche silente, cumplí tu recado. Sigo sentado en la puerta, ilusionado espero el día que vuelvas, la casa siempre abierta, el cartero se ha retrasado, palomas alzan su vuelo al tañido de las campanas, cena fría mi amor, hasta mañana.

Hubo un tiempo en que creíamos los cuentos, abrazados y riendo, recorridos kilómetros sin freno, postales archivadas, aquello no lo conocemos, a explorarlo ya, un momento.

Segundos eternos anudados nuestros cuerpos, latidos armónicos, superpuestos, el infinito misterio. Te lo digo una vez más, te quiero.

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